La gloria de Dios / por P. M. Sulamitis.

Por: Sulamitis, P. M, (1876-1943)Tipo de material: TextoTextoSeries Obra del amor misericordiosoDetalles de publicación: Vergara : Editorial "La Tipográfica" S. L. , 1935Edición: 3ª EdiciónDescripción: 33, [2], p. il. ; 16 cmTema(s): Mística
Contenidos:
Índice Devolver a Dios la gloria que se le debe 3 Dios obra todo para su gloria: en sí mismo posee la gloria esencial y creó el Universo para su gloria accidental 3 El hombre ha sido destinado a procurar a Dios una gloria más excelente que la de las otras criaturas de orden inferior 5 Economía de la salvación. Cómo procura el hombre la gloria de Dios. Plan divino 5 El homenaje de preferencia dado a Dios voluntariamente 7 Dios no será privado de su gloria ni aun en aquellos que libre y espontáneamente se la nieguen 8 Las almas en el Purgatorio devuelven a Dios la gloria que le usurparon 10 Aprovechemos nuestra estancia en la tierra para dar a Dios toda la gloria que le es debida 11 El hombre creado a imagen de Dios. El Señor es el Ser Supremo, el Centro; todo viene de El y debe volver a El. Es justo que la creatura devuelva su gloria al Creador 13 El hombre no puede procurar la gloria de Dios sino por la unión de su voluntad a la voluntad divina y por medio del Espíritu Santo. Desear y pedir ardientemente el Espíritu Santo 14 El buen empleo de la vida. Celo por la gloria de Dios 15 En qué consiste el acto de contrición 18 No esperar a última hora para dar a Dios todo lo que espera de nosotros 19 Hacerse en esta vida imágenes de la bondad de Dios. Las obras de Dios son buenas. Sólo Dios es bueno 20 Confesad al Señor porque es bueno y su misericordia es eterna 23 Apartarse del mal, que no es obra de Dios y volverse al Señor 24 Cuando el hombre es bueno, participa de la Bondad de Dios. Cuando ejecuta el bien, coopera a la obra de Dios 25 Cuánto quiere Dios elevar al hombre por la participación de su Bondad 25 Debemos se misericordiosos. El alma que camina en la luz, no necesita el mandato de la caridad 26 Para el que anda en la Verdad y en la Caridad no existe el pecado 27 Sólo en Dios encuentra el hombre su satisfacción 27 El más bello empleo de la vida 28 La gloria del Padre y la gloria de Jesús 29 El que da a Dios la gloria que le es debida, será participante de la gloria misma de Dios, y el que quiere arrebatársela será aplastado por esta gloria y privado de ella eternamente 31
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Sello: J. Salvador y Conde O. P. Madrid

P.M. Sulamitis es seud. de la religiosa Salesa Mª Teresa Desandais (1876-1943). V. Federico Requena Meana, Tesis U. de Navarra, 2007.

Precede a título: Obra del amor misericordioso

Índice Devolver a Dios la gloria que se le debe 3 Dios obra todo para su gloria: en sí mismo posee la gloria esencial y creó el Universo para su gloria accidental 3 El hombre ha sido destinado a procurar a Dios una gloria más excelente que la de las otras criaturas de orden inferior 5 Economía de la salvación. Cómo procura el hombre la gloria de Dios. Plan divino 5 El homenaje de preferencia dado a Dios voluntariamente 7 Dios no será privado de su gloria ni aun en aquellos que libre y espontáneamente se la nieguen 8 Las almas en el Purgatorio devuelven a Dios la gloria que le usurparon 10 Aprovechemos nuestra estancia en la tierra para dar a Dios toda la gloria que le es debida 11 El hombre creado a imagen de Dios. El Señor es el Ser Supremo, el Centro; todo viene de El y debe volver a El. Es justo que la creatura devuelva su gloria al Creador 13 El hombre no puede procurar la gloria de Dios sino por la unión de su voluntad a la voluntad divina y por medio del Espíritu Santo. Desear y pedir ardientemente el Espíritu Santo 14 El buen empleo de la vida. Celo por la gloria de Dios 15 En qué consiste el acto de contrición 18 No esperar a última hora para dar a Dios todo lo que espera de nosotros 19 Hacerse en esta vida imágenes de la bondad de Dios. Las obras de Dios son buenas. Sólo Dios es bueno 20 Confesad al Señor porque es bueno y su misericordia es eterna 23 Apartarse del mal, que no es obra de Dios y volverse al Señor 24 Cuando el hombre es bueno, participa de la Bondad de Dios. Cuando ejecuta el bien, coopera a la obra de Dios 25 Cuánto quiere Dios elevar al hombre por la participación de su Bondad 25 Debemos se misericordiosos. El alma que camina en la luz, no necesita el mandato de la caridad 26 Para el que anda en la Verdad y en la Caridad no existe el pecado 27 Sólo en Dios encuentra el hombre su satisfacción 27 El más bello empleo de la vida 28 La gloria del Padre y la gloria de Jesús 29 El que da a Dios la gloria que le es debida, será participante de la gloria misma de Dios, y el que quiere arrebatársela será aplastado por esta gloria y privado de ella eternamente 31

Fr. José Salvador y Conde

Bibliotecas Dominicos Provincia Hispania, 2016

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